LA MISA CASTELLANA
Es indudable el fuerte vínculo que tiene el folklore pasado con las creencias religiosas de las gentes. Fruto de esta unión, durante siglos en toda España han nacido numerosas tradiciones en torno a festividades y efemérides cristianas, que han llegado hasta nuestros días, siendo algunas modificadas en forma pero no en esencia.
La Misa Castellana, cuyo origen data de 1979, es una obra musical de creación relativamente moderna, pero no es ajena a estas tendencias, y en su creación, difusión y transformación han contribuido numerosos agentes. Un proceso creativo que tuvo su epicentro e inspiración en el barrio de La Pilarica de Valladolid, en una iglesia muy unida a su pueblo.
Conoce su increíble historia
¿Qué es la Misa Castellana?
Obra musical para solistas, coro e instrumentos, de naturaleza religiosa cuyos textos teológico están armonizados con melodías procedentes del repertorio tradicional castellano
Mercedes Carpintero (2016)
Calzada, el ideólogo
Los textos de las 10 composiciones que conforman la Misa fueron elaborados en 1979 por José Manuel Calzada, un sacerdote jesuita vinculado a la parroquia del barrio Pilarica. Se inspiró para su construcción en citas sacadas de la Biblia, pero la singularidad de esta obra musical radica en que su textos imprimen el cariz social y reivindicativo de la tradición rural. Algo que se percibe en alguna de las canciones:
Libranos de los caciques que nos tienen oprimidos
Libranos de los que roban al pueblo su libertad
Libranos de los que viven a costa de los demás
Libranos de los que abusan del poder y la riqueza
Que tú paz y tu Justicia entre nosotros florezca
Canción del Cordero de Dios
Las canciones
1.
Canto de Entrada
2.
Señor, ten Piedad
3.
Gloria
4.
Credo
5.
Ofertorio
6.
Santo
7.
Padre Nuestro
8.
Cordero de Dios
9.
Comunión
10.
Despedida
El sonido de nuestra tierra
La música encargada de armonizar esos textos, fue compuesta por el grupo de la parroquia de San Pedro de Valladolid, La Solanilla, al que pertenecía Jose Luis Gómez, que se convirtió en el coautor de la obra. Para ello se utilizaron instrumentos tradicionales y melodías a ritmo de jota, inspiradas en canciones recopiladas por grupos como El Nuevo Mester de Juglaría o del músico Joaquín Díaz.
Popularización
Tras su composición, la Misa se grabó en un CD en 1981 y se estrenó en la Iglesia de la Pilarica de Valladolid donde se plantó la semilla de la obra, para luego germinar y extenderse en los siguientes 30 años por el resto de Castilla y León.
No sin pasar algunos avatares, pues el tono político de la Misa mantuvo unas ciertas reticencias dentro de la Diócesis según su creador Calzada
La Misa Castellana propiedad del pueblo
La transformación de la Misa
Aunque la autoría de esta obra musical tiene nombres y apellidos, Calzada, su creador, nunca ha querido ser el protagonista, reivindicando que la Misa es de quién la canta y la baila.
Fue la alegría de la gente pobre y el sudor de los trabajadores, la harina con la que se dio luz a la misa castellana
José Manuel Calzada
Y fue el barrio Pilarica y sus gentes, quienes inspiraron en sus inicios la configuración de la Misa, pues en la década de 1980, su población crecía a expensas de jóvenes y obreros, que en buena parte procedían del entorno rural de la provincia. Un barrio, además, que esos momentos contaba con ciertas carencias de infraestructura y servicios urbanos. Calzada, asociado a una parroquia comandada por Buenaventura Alonso que acogía y hacía suyos los problemas de La Pilarica, plasmó en su obra esta franca realidad.
Todo ello desembocó en un joven grupo Pilarica que acababa de nacer. Una relación temprana con la Misa, que se grabó en el alma y determinó la madurez de nuestra Asociación. Tanto es así que hicimos nuestra una frase muy repetida por Calzada, “Procura tú que tus coplas vayan al pueblo a parar, aunque dejen de ser tuyas para ser de los demás”.
Pues conocedores nosotros de la naturaleza anónima y popular del folklore, añadimos un componente estético a la Misa, al concebirla para ser bailada, y fue nuestro Director, Rafael Higelmo, el encargado de concederla una coreografía que ha llegado hasta nuestros días. Desde entonces la Misa Castellana ha sido representada fundamentalmente en las fiestas de la Virgen del Pilar del barrio, Bodas Castellanas o en celebraciones de los pueblos.